Inteligencia Espiritual
¿Qué es la inteligencia Espiritual?
La inteligencia espiritual o trascendente es la que nos permite entender el mundo, a los demás y a nosotros mismos desde una perspectiva más profunda y más llena de sentido, ya que, nos ayuda a trascender el sufrimiento y a ver más allá del mundo material, entrando en esa amplia e interconectada dimensión espiritual tan alejada del mundo material en el que habitualmente nos desenvolvemos. Por este motivo, muchos autores la consideran el tipo de inteligencia más elevada de todos.
La Inteligencia Espiritual se refiere a la lucha humana por encontrar el significado, visión, conocimiento espiritual el valor. Cuando la Inteligencia Espiritual infantil es alentada, sus mayores talentos y potencial de curación y felicidad se consiguen. Es vital para su supervivencia y bienestar.
Características más comunes en niños con una capacidad espiritual alta
- Capacidad de ser flexible
- Poseer un alto nivel de conciencia de sí mismo como para, por ejemplo, tener la capacidad de ser inspirado por visiones y valores.
- Capacidad de afrontar y trascender el dolor, así como también, el sufrimiento.
- Reluctancia, oposición a causar daños innecesarios.
- Tendencia a ver las relaciones entre las cosas (holismo), así como también, facilidad para estar contra las convenciones.
- Marcada tendencia a preguntar ¿Por qué? o ¿Y si? y a pretender respuestas fundamentales.
- Esta forma de inteligencia permite la creatividad.
- Da la base para cambiar situaciones existentes.
- Es la plataforma sobre la cual se informa la virtud.
- Se es capaz de determinar si algo va a afectar a un individuo, grupo o empresa de forma negativa o positiva.
- La inteligencia trascendente permite a los seres humanos qué considerar y cómo resolver una solución en medio de una serie de toma de decisiones por lo que, esto, es lo que finalmente determina el resultado al momento de decidir entre el bien y el mal.
- Buscar respuestas fundamentales.
- Buscar la conectividad y la coherencia entre diversos temas.
- Evitar hacer daño.
- Evitar las críticas (no se refiere al espíritu crítico).
- Jerarquizar valores y vivirlos con coherencia.
- Superar los efectos del dolor.
- Ser y estar conscientes de sí mismo.
- Ser altamente adaptable
Los niños y niñas educados en la inteligencia trascendente son niños formados integralmente así que, por este motivo, terminan desarrollando una personalidad equilibrada.